sábado, 17 de noviembre de 2007

Narraciones

En la pedagogía waldorf, las maestras en el momento en que van a contar una historia a los niños tiene que tener en cuenta que la historia contenga los cuatro temperamentos. Esto logra que todos los niños se sientan identificados con aquel cuento que su maestra a llevado para ellos.
Los niños melancólicos se identifican con la historia en el momento en el que el príncipe pasa por momentos difíciles en los que sufre. En cambio los niños sanguíneos recuerdan con felicidad los momentos cuando el príncipe pasa por obstáculos para poder seguir su camino, como escalar grandes rocas, subir a los arboles etc.
El niño colérico recuerda cuando el principe gana las batallas, cuando este es victorioso y el niño flemático recuerda los baquetes en el castillo.

De esta manera las maestras waldorf se dan cuenta con mucha más facilidad que temperamento rige a cada uno de los niños que se encuentra en su salón de clases.

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